14/11/10

BAILAR Y BAILAR


Solos los dos en aquella habitación, sonaba la música, y nuestros cuerpos se movían al unísono al ritmo que marcaba aquella canción.

Sin apenas despegar los pies del suelo, sentía tu calor traspasando mi piel, calmando mis nervios, relajando mis músculos, dejándome llevar al son que marcabas, susurrando el ritmo junto a mi cuello... 1, 2, 3... 5, 6, 7...

La cadencia de la música marcaba el paso de mis pies descalzos sobre la tarima del cuarto, sujeta entre tus brazos, mi cabeza reposaba en tu hombro, y el olor de tu piel comenzó a empaparme de ti.
La música sonaba y sonaba, no dejaba de sonar, y tu voz quebrada indicando cada movimiento se convertían en el conjuro que hacía crecer mi deseo.
Tus dedos eran fuego en mi espalda, el sudor comenzaba a recorrer mi frente, el calor se apoderaba de mi con cada vaivén de tus caderas, la letra de la canción dejó de tener sentido en mis oídos.
Ya sólo saboreaba los latidos de tu corazón, escuchaba el tacto de tus manos, olía tus labios apenas rozando mi cuello, miraba el lamento que las gotas de sudor imploraban acariciando tu piel, las pupilas dilatadas delataban mis ganas de ti.

En ese instante deseé besarte hasta que tu lengua arrancara suspiros de mis ojos.
En ese instante deseé que bailaras en mí con la necesidad que yo sentía de ti.
En ese instante deseé que esa canción no dejara de sonar jamás en nuestros cuerpos...

2 comentarios:

  1. Anónimo17/11/10

    Ultimamente no he dispuesto de mucho tiempo para comentarte pero veo que es general, y seguro que no es por los relatos que dicen y mucho. La cancion muy apropiada. Jejejeje. Un beso. Or vua.

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  2. No pasa nada mi niño, ya se que eres un hombre ocupadiiiiiiiiisimo jeje.
    Besos

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