29/7/10

Este jueves un relato. La persona con la que me quiero encontrar


Siempre quise hablar con ella. La solía ver pasear por la calle siempre embutida en sus grandes gafas oscuras, con la cabeza baja y siempre con prisa. Apenas se la escuchabas cuando te saludaba, lo hacía sin levantar la cabeza y con un hilo de voz. En todos los años que llevo viéndola, nunca me paré hablar con ella, porque imaginaba lo que la sucedía y no quería comprometerla.
De pronto desapareció. Nunca más me la volví a encontrar hasta ayer, pero la vi distinta, sin gafas, alegre y sonriente.
Hoy mi revista, me ha dado carta blanca para entrevistar a quien yo quiera y como las entrevistas con famosos ya están muy vistas, he decidido entrevistarla a ella.
Ayer cuando me la crucé, saqué valor la paré y mantuvimos una pequeña conversación. Ella al principio se mostró reacia ya que estaba cansada de ser la comidilla del barrio, harta de que la señalen con el dedo y la juzguen…. por haber matado a su marido.
Y aquí me encuentro en el bar de copas que frecuento normalmente, tomándome un Gin Tonic y esperándola impaciente grabadora en mano.
- ¿Por qué lo mataste?
- Porque necesitaba volver a ser libre y sabía que no tenía más salida.
- Cuéntame. ¿Cómo era tú vida antes de conocerle?
- ¿Antes de conocerle? Pues mi vida era… normal. Trabajaba, salía con mis amigas y me divertía. No ligaba mucho, pero bueno, eso era algo que carecía de importancia para mí porque tenía asumido que no era atractiva.
- ¿Cómo le conociste?
- En una fiesta. Mis amigas eran asiduas a ellas, sus novios eran universitarios y las invitaban cada semana. Yo no solía ir, porque me aburrían pero a esta tuve que asistir ya que se celebraba el cumpleaños de una de mi amiga Laura. …Y allí estaba ël. ¡¡¡Dios!!! Me enamoré nada más verle. Alto, moreno, muy atractivo y con unos ojos verdes enormes. Me le quedé mirando a la par que pensaba que nunca jamás un hombre así podría fijarse en mi… ¡¡¡Me equivoqué!!! Se me acercó, me invitó a bailar y supongo que ahí empezó todo.
- ¿Cómo era contigo?
-Atento, romántico, educado, siempre pendiente de mi. Me llamaba cada hora para saber que hacía y donde estaba y si alguna vez no contestaba al teléfono, se presentaba en mi trabajo para asegurarse según él que yo estaba bien….
- ¿Y a tus amigas que decían? ¿ Le apreciaban?
- No. Mis amigas me decían que un hombre tan posesivo no podía se bueno y me animaban para que le dejara, incluso me presentaron a un par de chicos, pero… yo le quería.
Asi que poco a poco mis amigas dejaron de llamarme para quedar porque decían que estaban cansadas de mi guardaespaldas y terminé quedándome sola.
Fúe entonces cuando a él le ofrecieron un ascenso en el banco donde trabajaba y me pidió matrimonio.
La boda fue todo un acontecimiento y yo estaba feliz de casarme con un hombre que en sus votos había jurado cuidarme como nunca nadie lo había hecho.
Durante la cena, no dejó de mirarme de sonreírme pero una de las veces que se me acercó un invitado para decirme lo guapa que estaba, se me acercó y me susurró algo al oído que no llegué a entender en ese momento, pero que horas más tarde, se me quedaría grabado a fuego.
-¿Cómo fue tu noche de bodas?
-¿Mi noche de bodas? Dios mío…¡¡¡Inolvidable!!!
Recuerdo que estaba muy nerviosa. Yo nunca antes había estado con un hombre y quería que fuera especial. Asi que días antes de la boda, me fui a una tienda de lencería y me compré un salto de cama de seda en color blanco.
Cuando subimos al cuarto, me metí en el baño, me pegué una ducha rápida, me puse el salto de cama y salí del baño con la mejor de mis sonrisas que desapareció justo en el momento en el que mi ya marido se abalanzó sobre mi tirándome al suelo de una bofetada.
A esa bofetada, le siguió un puñetazo y otro y otro…Yo no podía comprender que estaba pasando, le miraba aterrada, no conocía a ese hombre que ahora me cogía de los pelos me tiraba en la cama y me seguía pegando mientras me decía… ¿QUE TE CREES ZORRA QUE SOY TONTO Y NO HE VISTO COMO TE COMÍAS AL CAMARERO CON LOS OJOS? ¡¡ERES MÍA!! ¿TE ENTERAS?Y SI MIRAS A OTRO TE MATO.
Siento decirte, que no recuerdo más de mi noche de bodas. Solo que amanecí con el camisón hecho jirones y llena de moratones. No se cuando perdí la virginidad, supongo que me violó mientras yo estaba inconsciente.
-¿Cómo transcurrió tu vida desde aquel día?
-Entre palizas, ramos de rosas con tarjetas de perdón y maquillaje, mucho maquillaje.
-¿Y en el trabajo no te notaron nada? Alguien sabría algo…
-Dejé el trabajo. Me dijo que la mujer de un banquero solo trabajaba para su marido y me lo dijo a su manera, sólo que esta vez se le fue un poco más la mano y me rompió dos costillas.
-¿Cuánto tiempo has estado soportando sus malos tratos?
-Diez años.
-¿Y nunca te planteaste denunciarle?
-Jajaja, perdona, me rio por no llorar. Le denuncié unas treinta veces, pero, todas mis denuncias quedaban archivadas. Recuerdo una vez que fui a comisaría y el policía de turno, me dijo que si no fuera pintada como una furcia, seguramente mi marido no tendría motivos para estar celoso y darme mi merecido.
Ahí comprendí que ni siquiera la justicia estaba de mi parte. Que yo era una más a la que su marido pegaba y desgraciadamente, las cosas antes no eran como ahora.
-Y tu familia, tus amigos… ¿Qué decían al respecto? Porque algo tendrían que decir…
-Mi familia, mis amigos, todos lo sabían, pero ninguno hacía nada. Mi madre de vez en cuando, me abrazaba y me decía que la mujer estaba hecha para complacer al marido, que estaba hecha para sufrir. Evidentemente, como supondrás, mi padre también pegaba a mi madre.
-¿Tienes hijos?
-Tengo una hija. Ella fue quien me dio fuerzas para hacer lo que hice.
-¿Matarle?
-Si. Matarle para empezar a vivir yo
-¿Por qué dices que tu hija te dio fuerzas?
-Porque cuando me quedé embarazada, (él no quería que tuviéramos hijos, odiaba ver gordas a las mujeres, deformes como él decía) su reacción fue una brutal paliza. Quería hacerme abortar y como me negué, lo intentó a su manera. Me tiró al suelo y se ensañó a patadas en mi tripa. No se como no perdí al bebé, pero… no lo hice.
Cuando se hubo despachado a gusto. Me metió a rastras en la ducha y me dio exactamente 1 minuto para ducharme. Como pude, me duché y salí del baño.
Él estaba desnudo, encima de la cama y sin mediar palabra, me subió el camisón y me volvió a violar una vez más. No se que me dolían más, si sus envestidas o su olor, ese que desprendía y que se me quedaba pegado en mi piel.
Menos mal que no tenía mucho aguante y se quedaba dormido enseguida.
Me levanté, me duché frotándome todo el cuerpo con la esponja para borrar su asqueroso olor de mi piel, me miré al espejo y salí del baño con una sonrisa.
Fui a la cocina, cogí el cuchillo más grande que encontré y sin pensármelo, entré en el cuarto y le apuñalé.
No se exactamente cuantas veces le clavé el cuchillo, me volví loca. Pero no me arrepiento…
¿Entiendes por qué mi hija me dio fuerzas? No quería que se criara en un hogar con un padre maltratador que seguramente terminaría pegándola a ella también.
-¿Te condenaron?
-Si. He estado en prisión cinco años por homicidio en primer grado. Me condenaron a 15, pero me rebajaron la pena por buen comportamiento.
-¿Y tu hija? ¿Quién la ha tenido este tiempo?
- Los dos primeros años, la tuve yo allí. Luego, se la llevó mi hermana y con ella estuvo hasta que salí en libertad.
-¿Cuánto hace que saliste?
-Dos años, tres meses y un día.
-¿Te arrepientes de algo?
-Si. De no haberle matado cuando me dio la primera paliza.
-¿Y como es tu vida a día de hoy?
-¿Mi vida? Pues, tengo una hija, trabajo en una fábrica y lo más importante… SOY FELIZ.
-¿Volverías hacerlo?
-SI.
Resto de participantes en http://callejamoran.blogspot.com/




16 comentarios:

  1. Impresionante. Impactante. Aleccionador....(!?!?!?).
    Un reportaje importante para entender qué hay detrás de la escena, una escena que se repite con demesiada frecuencia, lamentablemente.
    Me gustó conocerte y visitarte. Nos seguimos viendo, si?
    Cariños

    ResponderEliminar
  2. Gracias por pasar. Por supuesto que nos seguimos viendo. Besos

    ResponderEliminar
  3. Sin palabras me has dejado, desde luego que no es tu estilo, pero agradezco que lo cambiaras, me lo he leído embobada, de un tirón, aterrorizada y desde luego acordándome el bendito cuchillo jamonero, un relato estremecedor, un 11 sobre 10 hermanita, si señor!!!, miles de besosssssssssss.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo30/7/10

    No hay palabras y por tanto, no sse han transmitido las ideas.
    yo, no escucho a quien me ha dicho, socorro.
    A, mi suerte, he descubierto despuès, a causa de mi cuita, que me quedo.
    No siempre hemos sabido defendernos, como a este mujer le sucede.
    Y enconfrado en clara madera de haya, ese juzgado inútil.
    Mis palabras... no ya a viva voz, siemplemente expresadad por escrito.
    Y así ha sido,enestos meses.

    ResponderEliminar
  5. Si tu supieras hermanita la de cosas que me han venido a la cabeza mientras lo escribia...ya te dije que me habia salido algo totalmente distinto que estaba ligado a mis sentimientos.
    Besossssssss

    ResponderEliminar
  6. Tésalo, es cierto, no hay palabras. Solo rabia y dolor, mucho dolor. ójala mas mujeres supieran defenderse como lo hizo ella.

    ResponderEliminar
  7. Anónimo30/7/10

    Inma, me ha gustado mucho leerte. Lamentablemente tu relato refleja una realidad que para vergüenza de todos los hombres sigue repitiéndose mil y una vez en nuestros días. Las cosas han cambiado en cuando a la atención que se le pueda prestar a la mujer maltratada, es cierto, sin embargo, el mundo sigue estando lleno de trogloditas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Pepe, trogloditas ha habido, hay y habra toda la vida. Por suerte, las cosas estan cambiando cada vez mas, pero por desgracia, aun hay mucho que hacer al respecto.
    Besos

    ResponderEliminar
  9. Anónimo30/7/10

    No he podido pasar a leerte antes y ahora me alegro porque lo he hecho en el mejor momento para atender tu relato. No voy a repetir lo que ya se ha dicho, sólo lo que ya te he comentado en otras ocasiones sobre tu facilidad para navegar entre estilos. El escrito, excelente, aunque no el tema. Mis felicitaciones. Or vua.

    ResponderEliminar
  10. Bueno, si por desgracia yo vivo a diario escenas u entrevistas como estas, por lo que no me llaman la atención, es más, la primera novela que escribí, cuya protagonista es Mercedes, ´trata sobre este tema pero con un final bien distinto. En este caso El ENCANTADOR DE SERPIENTES se salió con la suya.
    Un placer leerte, cariño.
    Tampoco a ti se te dan mal los diálogos.
    Besos locuelos y playeros.

    ResponderEliminar
  11. El tema, tampoco es mi favorito, te lo aseguro...pero no pude evitarlo. Besos

    María José es que es mas comun por desgracia que EL ENCANTADOR DE SERPIENTES se salga con la suya de lo que parece.
    Un beso enorme

    ResponderEliminar
  12. Inma brujita, un relato que he leído de un tirón, espeluznante, real como la vida misma, sucede cada día, y entiendo a esa mujer, a puñaladas jamoneras liquidó al cerdo, !bien hecho! valiente mujer, siiii. Muy bueno brujita, te sigo de cerca prendida de tu mágia. Bsitooooo.

    ResponderEliminar
  13. Anónimo31/7/10

    sabes, cuñada...me callo, hago silencio...
    te he leido
    he leido comentarios
    es la unica entrada del jueves en que lo he hecho...
    y me callo por que ya hen dicho todo...
    solo añadir que
    que es
    lo
    mejor
    que
    te he leido
    sin duda ningunaaaaa
    te has
    superadoooooooooooooooooo
    a ver si tengo casion de decirtelo alguna vez mas...¡¡hoy ni medios besos, ni hostias...hoy todos los besos pa usted...

    ResponderEliminar
  14. Natali, cuando lo escribía,no pensaba, solo escribia. Hay tanto de real en todo lo que he puesto... bendito cuchillo jamonero. Un beso enorme.
    Cuñado, no esperaba ni por asomo que gustase, simplemente escribí despues de tener un muy mal dia.
    Cuando has estado casada con un energumeno que te anula como persona y te prohibe hasta respirar sin su permiso, no hay nada mejor que el cuchillo jamonero porque de la carcel sales pero de debajo tierra... un poco dificil.
    Me quedo todos tus besos.

    ResponderEliminar
  15. em....hola, ¿qué puedo decir? primero, soy estudiante de psicología, pero más allá de lo que digan los libros, esa es una buen forma de liberarse...¿cuantas mujeres hay así? incontables...no todas tienen la misma fuerza, si la de denunciar, pero mucho no se hace por ellas... De todo el relato, yo creo que lo describen tus palabras...¿con quien quería encontrarse ella? Justamente con la felicidad, con la que debería haber recibido, con la que se había casado, con la que había soñado... Ya sean crueles tus palabras, como lo es el relato, con un tinte violento, duro, áspero, a la vez sincero, correcto en cada sensación que condena a esa mujer al fracaso... ¡YO TE FELICITO! ES INCREIBLE TU RELATO! DEL 1 AL 10....TE DOY 11...MIS APLAUSOS!

    te invito a pasear por el mio: www.gastondavale.blogspot.com y ya sabes...te estoy siguiendo...me dejaste impresionado!

    ResponderEliminar
  16. No me ha sido muy dificil ponerme en la piel de mi protagonista, creeme. Öjala tuvieran la fuerza de esta, pero es muy dificl, ya que cuando te anulan como persona, lo primero que te quitan es las ganas de seguir adelante. Hay que tener mucho valor para empuñar un cuchillo y matar a tu "asesino", pero mas valor hay que tener para no hacer nada y esperar que en una de las palizas seas tu la que muera.

    ResponderEliminar